Bosu


PILATES CON BOSU

El bosu, una versión semiesférica de la pelota de tonificación, apareció hace menos de una década en el ámbito del entrenamiento deportivo y su uso se extendió rápidamente una vez se demostró su enorme eficacia. Hoy es uno de los complementos más utilizados en Pilates.

Durante los últimos años se han ido incorporando nuevas herramientas a la práctica de Pilates. Una de las más interesantes es el bosu, que ha irrumpido con fuerza debido a sus posibilidades.

Acrónimo del inglés “both sides up”, dos lados útiles, el bosu es una semiesfera hinchable de 65 cm de diámetro que soporta hasta 140 kilos de peso y se puede utilizar por las dos caras, la plana y la convexa.

Para mantener el equilibrio sobre el bosu deben activarse todos los músculos del cuerpo, lo que hace que en cualquier ejercicio se tonifique la musculatura casi involuntariamente. Al igual que la pelota de estabilidad el bosu permite realizar ejercicios localizados y sirve para tomar conciencia del centro de energía corporal, principio fundamental para la buena práctica de Pilates.

El bosu brinda la posibilidad de realizar una amplia gama de movimientos: podemos colocarnos de pie o tumbados sobre él, o bien utilizarlo como punto de apoyo de los pies o las manos para practicar variantes de ejercicios de colchoneta: abdominales, flexiones,… con un grado de complejidad e intensidad mayor, ya que siempre se suma el factor equilibrio.

Excelente para fortalecer los músculos y muy utilizado en los planes de reducción de peso, el bosu es apto para todo el mundo, ya que se pueden adaptar la intensidad y el tipo de ejercicios a las condiciones físicas de cada persona.

Además de los cinco sentidos tradicionales con los que estamos familiarizados, hoy se reconoce la existencia de otros no menos importantes, uno de ellos es el de la propiocepción. El sentido propioceptivo crea conciencia de la relación de las distintas partes del cuerpo con el espacio, aporta información de las articulaciones y los músculos y permite regular la precisión de los movimientos y la fuerza necesaria para realizarlos. La naturaleza inestable del bosu lo convierte en la herramienta ideal para mejorar la propiocepción a  través de entrenamientos funcionales especialmente diseñados para la recuperación y la prevención de lesiones en la práctica deportiva y en la vida diaria.